Los Desafíos de la Construcción en Zonas Sísmicas: Tecnologías de Mitigación
Materiales resistentes
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Los Desafíos de la Construcción en Zonas Sísmicas: Tecnologías de Mitigación

Descubrí cómo se pueden abordar los desafíos de la construcción en áreas propensas a terremotos con estrategias de mitigación y técnicas para una construcción resiliente.

La construcción enfrenta grandes desafíos cuando se trata de edificar en zonas sísmicas, donde los terremotos representan una amenaza constante para sus habitantes.

Dado que no todas las regiones sísmicas tienen idénticas características, la construcción de edificios en esos lugares requiere un profundo conocimiento de la geología local, de la normativa y de los códigos de construcción específicos que garanticen la resistencia estructural.

En este contexto, la prevención juega un papel fundamental y las tecnologías de mitigación se presentan como herramientas clave para reducir los riesgos y salvaguardar las infraestructuras.

En este artículo veremos qué implican las tecnologías de mitigación más efectivas, así como otras técnicas que pueden aplicarse tras un desastre natural.

¿Qué son las zonas sísmicas y qué desafíos representan para la construcción?

Los sismos o terremotos, son causados por la liberación de energía acumulada en las rocas bajo la superficie terrestre, lo que provoca el choque de las placas tectónicas y la sacudida del suelo. Las zonas sísmicas son las áreas más propensas a sufrir estos eventos.

El servicio geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), destaca que los sismos pueden suceder en cualquier momento y lugar, pero destaca tres zonas donde ocurren con mayor frecuencia:

  • Cinturón sísmico del Pacífico: a lo largo del océano Pacífico se producen alrededor del 81% de los mayores sismos del mundo. Destacando el terremoto de Valdivia en Chile como uno de los más importantes registrados hasta ahora.
  • Cinturón sísmico de Alpide: este cinturón abarca desde Java hasta Sumatra, pasando por el Himalaya, el Mediterráneo y el Atlántico. Allí es donde ocurre el 17% de los mayores terremotos registrados. Por ejemplo, el terremoto del Índico del 2004 ocurrió en parte de esta zona.
  • Dorsal Mesoatlántica: si bien la mayor parte de esta región está bajo el agua, atraviesa regiones como Islandia, donde se han registrado importantes sismos.

En estas zonas geográficas susceptibles a sufrir terremotos, la seguridad y la resistencia de las estructuras se vuelven una prioridad para proteger a las personas y sus propiedades.

La arquitectura sismorresistente busca que, durante un terremoto, las construcciones puedan mantenerse en pie a pesar de las fuerzas generadas por estos eventos, evitando el colapso y permitiendo su posterior reparación.

Desafíos para las zonas sísmicas

¿Qué es la mitigación?

En el ámbito de la construcción, la mitigación se refiere a un conjunto de estrategias y acciones diseñadas para reducir, controlar o contrarrestar los impactos negativos asociados a proyectos de construcción.

Estas medidas pueden adoptar diferentes enfoques, como la evaluación de riesgos antes del inicio del proyecto, la implementación de estándares de seguridad laboral, la utilización de tecnologías avanzadas para monitorear posibles riesgos y la colaboración con expertos. En áreas sísmicas, la mitigación también puede incluir técnicas de construcción sismorresistentes y el uso de materiales especiales.

Tecnologías de mitigación

Veamos algunos aspectos claves para lograr construcciones sismorresistentes:

Diseños sismorresistentes

Los suelos inestables son más propensos a sufrir daños durante un terremoto y los estudios geotécnicos son una buena herramienta para estudiar el terreno y, en función de esto, diseñar una estructura adecuada.

Por ejemplo, los edificios con forma de “T” son conocidos por su mayor rigidez, lo que les permite soportar mejor las fuerzas laterales.

Materiales

La calidad de los materiales utilizados en la construcción también es esencial para garantizar la resistencia de las edificaciones. Las estructuras con paredes de hormigón armado, son más resistentes que las paredes de mampostería.

Por otra parte, el sistema de aislamiento sísmico es una técnica muy efectiva para reducir el impacto de los sismos. Consiste en colocar dispositivos entre la estructura y el suelo, permitiendo que la estructura se desplace relativamente durante el movimiento sísmico, disminuyendo las fuerzas que se transmiten. Los dispositivos pueden ser aisladores elastoméricos, dispositivos de fricción o de deslizamiento.

En Sudamérica, principalmente en zonas rurales, una técnica difundida es la Quincha, originada en la cultura Quechua. Esta técnica utiliza materiales naturales como cañas y tierra para construir muros y columnas de viviendas, ofreciendo una alternativa ecológica y económica.

Por otro lado, el acero, utilizado en los edificios de Japón desde 1923, proporciona una resistencia adicional contra terremotos, ya que este material se dobla considerablemente antes de romperse.

Otros países como Nepal utilizan innovadoras técnicas con materiales como fardos de paja, neumáticos usados y botellas plásticas. Y en Sudáfrica se está explorando la construcción de casas de hormigón impreso en 3D, resistente a los terremotos.

Materiales resistentes

Procedimientos ante sismos

Ante la creciente preocupación en zonas sísmicas, el director de la carrera de Ingeniería Civil en UTEC en Lima, Perú, Giancarlo Flores Ph.D., propone una estrategia de tres pasos para tener infraestructuras resilientes y recuperarlas luego de un sismo:

  1. Prevención y preparación: antes de que ocurran los movimientos, se deben implementar tecnologías modernas. Esto implica ajustar la normativa para garantizar que las construcciones estén preparadas para resistir sismos, además de utilizar avances científicos y tecnológicos, como aisladores sísmicos y sistemas de detección temprana.
  2. Evaluación posterior al sismo: tras un terremoto, el uso de drones con inteligencia artificial puede ser de mucha ayuda para identificar el estado de la infraestructura afectada y enfocar los recursos de forma inteligente, a fin de evitar colapsos adicionales y minimizar los daños.
  3. Recuperación: una vez que los equipos de rescate han concluido su labor, es fundamental centrarse en la recuperación del área afectada, lo que implica remover los escombros y rehabilitar estructuras que hayan sufrido daños menores o demoler las que tengan un alto riesgo de derrumbe.

Estos procedimientos, combinados con una planificación cuidadosa y tecnologías y materiales adecuados, garantizan la seguridad y resiliencia de las estructuras frente a las amenazas de los terremotos y otros desastres naturales.

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